Los Fondos Monetarios han sido durante mucho tiempo conocidos en España como FIAMM (Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario) y también como fondos de dinero y han tenido una legislación diferente a la del resto de los fondos de inversión hasta el año 2003.
Actualmente están dentro del grupo de los fondos de inversión convencionales, aunque presentan una serie de peculiaridades por el tipo de inversión que realizan, centrada en los activos monetarios a corto o muy corto plazo.
Los fondos monetarios invierten en los siguientes activos monetarios:
- Liquidez.
- Letras del Tesoro o activos asimilables.
- Pagarés de empresa, bancarios o corporativos.
- Eurodepósitos y depósitos bancarios con vencimiento no superior a doce meses.
- Repos y simultáneas de deuda pública.
- Bonos y obligaciones de cupón fijo con vida residual ubicada en plazos de mercados monetarios (un día a 18 meses).
- Bonos y obligaciones de cupón variable con vida de medio y largo plazo e incluso perpetua.
Los fondos monetarios no pueden invertir en acciones, bonos convertibles o canjeables y pueden utilizar instrumentos con subyacente sobre tipos de interés a corto plazo.
Debido a la situación de los tipos de interés en la zona euro, que suele ser de estabilidad, los fondos de dinero no suelen alcanzar rentabilidades altas y tienen una evolución muy poco volátil, con un valor liquidativo que suele avanzar permanentemente sin experimentar retrocesos relevantes, en el caso de fondos invertidos totalmente en euros.
Al invertir siempre a corto o muy corto plazo las subidas en los tipos de interés no suelen hacer bajar a este tipo de fondos. Normalmente ocurre que si bajan los tipos, baja la rentabilidad.
El siguiente cuadro muestra las rentabilidades alcanzadas en años anteriores por los fondos monetarios:
Año Rentabilidad promedio ponderada de los fondos monetarios
1994 8,75%
1995 7,99%
1996 7,00%
1997 4,39%
1998 3,20%
1999 1,52%
2000 2,91%
2001 3,54%
2002 2,44%
2003 1,50%
2004 1,14%
2005 1,17%
2006 1,41%
Podemos observar que el descenso de los tipos de interés hasta el año 1999 hizo que se redujera significativamente la rentabilidad de los fondos de dinero, rentabilidad que repuntó en los años siguientes para volver a caer a partir de 2002 y poner de manifiesto la elevada correlación entre los fondos monetarios y los tipos de intervención del Banco Central Europeo.
Comercialmente, en ocasiones, se suele transmitir a los clientes la idea de que un fondo monetario nunca puede dar rentabilildades negativas. Esto no es cierto, ya que, en circunstancias especiales el valor liquidativo de un fondo monetario puede retroceder por motivos relativos a la insolvencia de algún emisor privado, a las subidas de los tipos con carteras a plazos superiores a seis menes de vida pendiente, a las coberturas imperfectas e incluso por riesgo de tipo de cambio en los fondos monetarios que incluyen en sus inversiones un determinado porcentaje de divisas no euro.
Funciones de los fondos monetarios
Un fondo monetario puede servir para:
– Gestionar la liquidez de particulares y sociedades:
En cuanto a liquidez, un fondo monetario genuino es aquel que permite gestionar la tesorería de particulares sociedades, y obtener una rentabilidad vinculada a los mercados monetarios menos las comisiones de gestión y depósito y otros gastos (auditoría, impuesto sobre sociedades y tasa CNMV, etc.); con una fiscalidad adecuada y con prestaciones comparables a las de una cuenta a la vista (ingresos y reintegros, si bien con la restricción de no disponer de talonario de cheques y con dificultades operativas para domiciliar recibos o cargos por tarjetas de crédito).
No obstante, las instituciones financieras españolas no suelen ofrecer este servicio integral de liquidez a través de fondos monetarios y prefieren hacerlo a través de otros instrumentos financieros, como las cuentas corrientes u otras modalidades de servicio de liquidez remunerada.
Históricamente los fondos monetarios tenían ventajas fiscales con respecto a las cuentas corrientes, pero hoy en día esta ventaja se ha perdido con la aparición de la retención a cuenta del IRPF.
Todo esto nos lleva a que los fondos monetarios en España, a diferencia de lo que ocurre en otros países como Estados Unidos, no hayan llegado a utilizarse de forma masiva como sistemas de gestión de liquidez o de tesorería y cada vez cumplan menos esta función.
– Inversión refugio transitorio.
Para aquellos inversores que suelen llevar a cabo inversiones con cierto riesgo y que en determinadas épocas consideran que deben liquidar para esperar mejores oportunidades, la inversión en fondos monetarios supone una forma más segura de mantener el dinero con una cierta rentabilidad vinculada a la de los mercados monetarios.
También resultan de utilidad a inversores que están pendientes de realizar a corto plazo inversiones inmobiliarias o empresariales y disponen de una liquidez que no tienen interés en mantener ociosa, pero con la que no desean incurrir en riesgos financieros importantes.
– Proporcionar la inversión liquida y conservadora en gestión de carteras.
En cualquier cartera, sea del tipo que sea es recomendable que una parte (grande, pequeña o significativa) se invierta en activos sin riesgo. Y si la estructura de la cartera de inversión opta por los fondos de inversión, es frecuente que la liquidez se instrumente a través de uno o varios fondos monetarios.
Casos particulares de fondos monetarios:
– Fondo monetario – Fondtesoro
Se constituye creando un fondo monetario o transformando un fondo ya existente mediante un contrato de colaboración entre la Gestora y la Dirección General del Tesoro y Política Financiera (DGT y PF), gracias a la existencia de un convenio marco que establece una serie de compromisos:
1) Los recursos del Fondo se invertirán en Deuda del Estado o en Bonos emitidos por los FTPymes, que cuenten con el aval del Estado, cuyo plazo residual de vida no exceda los límites establecidos en la legislación vigente, en un porcentaje no inferior al 90% del patrimonio del Fondo.
2) Se permite la inversión en mercados a plazo o en instrumentos financieros derivados, con el exclusivo propósito de cubrir los riesgos financieros de la cartera.
3) Aprovechan la publicidad genérica efectuada por la DGT y PF.
En términos de rentabilidad no existen diferencias significativas con respecto a los fondos monetarios ordinarios, ya que si bien es cierto que las comisiones históricamente han podido ser algo más bajas hoy no tiene por qué ser así. Estas comisiones actualmente están en torno al 1,15% anual. Además los Fondtesoro deben renunciar a invertir en valores con mejor rentabilidad que la deuda pública, como pueden ser los pagarés privados.
– Fondo monetario dinámico
Este tipo de fondos aparecieron en España entre el año 2002 y 2003, periodo en el que se apreció una reducción importante de los tipos de interés monetarios que perjudicó seriamente a la rentabilidad de los fondos monetarios convencionales.
Forman parte de la llamada gestión alternativa en la que no se busca obtener las mejores rentabilidades ni compararse con índices de referencia. No obstante, algunos fondos monetarios dinámicos han superado en rentabilidad al Euribor o a la rentabilidad de las Letras del Tesoro.
A pesar de su denominación (monetarios dinámicos), es frecuente que a efectos de clasificación se incluyan en la categoría de los fondos globales.
Invierten en activos monetarios, poniendo especial énfasis en la selección de los activos y en sus plazos; llevan a cabo estrategias diferenciales y usan instrumentos derivados como operaciones de cobertura e inversión. En ocasiones, una parte de la cartera del fondos monetario dinámico se invierte en otros fondos de inversión que pueden ser monetarios o de gestión alternativa.
A lo largo del año 2006 muchas entidades pusieron énfasis comercial en este tipo de productos llevando a cabo volúmenes importantes de captación de patrimonio nuevo o de traspasos de fondos monetarios tradicionales ávidos por mejorar su rentabilidad.